Se estima que más de un 50% de los pacientes artrósicos podría no cumplir el tratamiento que se le ha prescrito
El seguimiento farmacoterapéutico, la educación sanitaria y la implicación desde la botica son fundamentales para un mayor control de estos pacientes crónicos
Son algunas de las claves que se han dado en el primer Taller de Artrosis celebrado dentro del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria, y al que han asistido alrededor de cien profesionales
“El farmacéutico de botica cumple un papel esencial en la adherencia al tratamiento de la artrosis y, por lo tanto, en la mejora del control de esta enfermedad”, explica el farmacéutico José Alba, coordinador del primer taller de artrosis celebrado dentro del VI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Comunitaria (SEFAC), que ha contado con la colaboración de Bioibérica Farma.
Actualmente, se estima que la artrosis afecta al 10% de la población y que más de la mitad de estos pacientes crónicos podría no cumplir el tratamiento. "Un incumplimiento que, en la artrosis de rodilla es muy probable que acabe con una prótesis, una solución traumática para el paciente y mas costosa para el sistema nacional de salud", señala Alba.
El taller de artrosis se ha realizado en un formato innovador ya que lo han impartido un farmacéutico comunitario y un médico. Su objetivo es mejorar la salud del paciente artrósico, desde el apoyo de los profesionales de farmacia en unión al médico o especialista y el compromiso del paciente. "Hay que fortalecer la relación del médico con el farmacéutico y el paciente porque los tres son claves en el control de esta enfermedad", afirma.
La experiencia ha demostrado que los pacientes obtienen numerosos beneficios cuando existe una implicación desde la botica. En el taller se incide en la necesidad de identificar causas de la falta de adherencia, explorarlas e individualizar la intervención, fortaleciendo la relación con el paciente. A la hora de intervenir, por un lado hay que dar información para llegar a educarle (el correcto uso del prospecto, la importancia del tratamiento…); por otro lado, hay que aportarle información escrita de apoyo; y, asimismo, hay que hacer un seguimiento del paciente, comprobando que el tratamiento es seguro y efectivo.
El modelo de farmacia está cambiando hacia un modelo asistencial, demandado por el profesional farmacéutico y por el paciente, abriendo camino a un mayor control de los enfermos crónicos, reduciendo la falta de adherencia al tratamiento y los costes que un mal control puede acarrear al Sistema Nacional de Salud.
En este sentido, el presidente de SEFAC, Jesús C. Gómez, destaca que para el seguimiento del paciente crónico el más eficiente es el farmacéutico comunitario porque “somos los más accesibles, siempre estamos al lado del paciente y, por tanto, la Administración debe agilizar esta labor incluyéndonos en sus planes de adherencia”.