José Escaich: "En artrosis se podrían ahorrar 500 millones de euros al año con una gestión integral de la enfermedad"

“El camino de la optimización de costes sanitarios tiene aún recorrido más allá de la exclusión de medicamentos del sistema público de financiación, la bajada de precios de referencia o la reducción del sistema de reembolso de los tratamientos farmacológicos”. Son declaraciones de José Escaich, director general de Bioibérica, una empresa químico-farmacéutica española especializada en artrosis y líder mundial en la producción de condroitín sulfato y heparina. Escaich considera que “el éxito de un buen modelo de gestión sanitaria es separar lo importante de lo crítico”, y que racionalización y optimización tienen que ver con la transversalidad y la visión de conjunto del gasto sanitario.

En este sentido, y centrándose en el campo de la artrosis, Escaich afirma que “hay que ser creativos y encontrar soluciones a la evidente necesidad de realizar ajustes. Por suerte, en artrosis aún existe mucho recorrido: se podrían ahorrar de forma clara más de 500 millones de euros al Sistema Nacional de Salud con una gestión integral de la patología. Las claves: un diagnóstico temprano, el tratamiento personalizado y la mejor gestión asistencial”.

La fotografía del coste de la artrosis en España la hace el estudio ArtRoCad. Éste concluye que el coste anual medio de la artrosis de rodilla y de cadera asciende a 1.502 euros por paciente, lo que supone un coste total para el Sistema Nacional de Salud de 4.738 millones de euros al año. ArtRoCad confirma que sólo el 5% de los costes corresponden a los fármacos, mientras que el 46% son costes asistenciales, que el 22% son las bajas laborales, el 13% son los ingresos hospitalarios y el 7% las pruebas diagnósticas.

El director general de Bioibérica está convencido de que “es el momento de que empresa privada y administración pública trabajemos juntas, por responsabilidad social, olvidemos las políticas del corto plazo y fijemos horizontes más amplios que permitan un abordaje integral tanto de los presupuestos como de las enfermedades y la salud de los pacientes”.

Por ello, pone a disposición de la administración todo el conocimiento de Bioibérica en el campo de la artrosis. Su fórmula se sostiene en base a la inversión en investigación y el desarrollo de nuevas tecnologías al servicio del paciente con artrosis. Fruto de esta inversión, Bioibérica ha presentado herramientas como los chips de ADN o los biomarcadores que permitirán al especialista realizar un diagnóstico temprano, conocer la progresión de la enfermedad y aplicar, en consecuencia,  un programa de medidas terapéuticas personalizado. Esta detección precoz permitirá ahorrar visitas a médicos generalistas y abordar la patología desde un inicio, con tratamientos farmacológicos y no farmacológicos orientados a incrementar la vida útil de la articulación y con ello la calidad de vida del paciente. Una articulación protegida revierte en una menor incidencia de la patología en estadios graves, o lo que es lo mismo, un ahorro en prótesis, bajas laborales, consecuencias derivadas de la comorbilidad o discapacidades funcionales graves.

Y es que, al final, añade José Escaich, “la mejora de la gestión de la enfermedad tiene que ir orientada a buscar la calidad de vida del paciente y el menor coste para el Estado”.