La salud articular de la mujer fue uno de los temas destacados en la 12ª Jornada sobre controversias en ginecología que tuvo lugar en Barcelona entre el 4 y 5 de marzo. Según el estudio Mujer Menopáusica y Artrosis, el 84% de las mujeres menopáusicas tiene dolores articulares, y entre estas, el 61% los define como intensos o insoportables.
La prevalencia de la artrosis entre las mujeres experimenta un importante aumento a partir de la menopausia. Concretamente, el 33,6% de las mujeres que participaron en el estudio habían sido diagnosticadas de artrosis. Una enfermedad que, según los expertos en salud de la mujer, se encuentra infradiagnosticada, afectando de manera negativa a su calidad de vida.
Tal y como afirmó la doctora Elena Ruiz durante la sesión científica sobre controversias y novedades en artrosis, “En el estudio MMYA se confirmó que las mujeres menopáusicas referían un dolor intenso e insoportable, según la Escala Cervantes de calidad de vida. En estos casos, está indicada la asociación de condroitín sulfato y glucosamina porque tiene la misma eficacia que los AINE pero la ventaja de ser mucho más segura, pudiéndose prescribir de forma crónica por el ginecólogo.”
Precisamente el estudio MOVES, publicado recientemente en la revista Annals of the Rheumatic Diseases, ha confirmado que la combinación de condroitín sulfato y la glucosamina tiene una eficacia comparable al Celecoxib en el tratamiento de la artrosis severa de rodilla. Tras los seis meses de tratamiento, los resultados de este estudio demostraron que la combinación de condroitín y glucosamina actúa de manera clínicamente relevante sobre el dolor, la incapacidad funcional, la rigidez, la inflamación y el derrame de líquido articular provocados por la artrosis. Estos resultados respaldan su prescripción prolongada para el tratamiento de la artrosis, ya que, a diferencia de los antiinflamatorios, su perfil de seguridad es elevado.