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Los biomarcadores en sangre demuestran la eficacia de condroitín sulfato para tratar la artrosis

19 Dic 2016
Healthcare
  • El análisis de determinados biomarcadores solubles demuestra la eficacia de este tratamiento para frenar la degeneración del cartílago en la artrosis de rodilla
  • Los resultados de un estudio clínico abierto ponen en evidencia que condroitín sulfato protege el cartílago además de reducir los síntomas de la artrosis

Expertos del Instituto Poal de Reumatología de Barcelona en colaboración con Artialis han analizado el efecto de condroitín sulfato sobre biomarcadores de degradación del cartílago, en un nuevo estudio publicado recientemente en la revista BMC Musculoskeletal Disorders. Se trata de un estudio novedoso en el enfoque ya que, se basa en el análisis de la variación individual de los niveles de biomarcadores e introduce la noción de los respondedores metabólicos.

Según se desprende de los datos del estudio en el que participaron 72 pacientes con gonartrosis que siguieron el tratamiento durante 6 meses, condroitín sulfato ha demostrado su eficacia en la reducción de síntomas de dolor e incapacidad funcional. Estos parámetros se evaluaron mediante escala EVA de dolor e índice Lequesne respectivamente. Los síntomas de dolor e incapacidad funcional se vieron reducidos de forma estadísticamente significativa a lo largo de todo el estudio, tal y como se ha podido comprobar en ensayos clínicos y estudios llevados a cabo con anterioridad.

Como novedad, los investigadores pudieron comprobar además que condroitín sulfato mejoró el estado metabólico de los pacientes a lo largo de los meses, presentando resultados relevantes a partir del tercer mes de tratamiento.

El biomarcador de degradación del cartílago, Coll2-1

Para determinar la mejora fisiológica de los pacientes que respondieron positivamente al tratamiento, se midieron sus niveles en sangre del biomarcador Coll2-1, un marcador específico que determina la degradación del cartílago.

Concretamente, los pacientes respondedores al tratamiento con condroitín sulfato (según criterios OMERACT-OARSI) experimentaron una reducción estadísticamente significativa de los niveles del biomarcador Coll2-1 a los 3 (p=0.030) y 6 meses (p=0.038) de tratamiento.

Condroitín sulfato es por tanto un tratamiento que no sólo demuestra una mejoría tangible de los síntomas de la enfermedad a partir de los tres meses de tratamiento, sino que, además, reduce de manera significativa los niveles de Coll2-1 en los pacientes respondedores al tratamiento. Con esto se demuestra que los pacientes que experimentan una mejora sintomática, también mejoran a nivel fisiológico, algo que se refleja en los biomarcadores que indican una menor degradación del cartílago.