El aumento progresivo de la población —la FAO estima que en 2050 llegue hasta los 9.000 millones de personas— y la consecuente demanda de alimentos han convertido la acuicultura en una solución que actualmente ya produce más de la mitad del pescado que se consume en el mundo
La acuicultura, que cuenta con unos 30 años de edad como industria, interviene en la cría de organismos acuáticos de zonas costeras y rurales con la finalidad de aumentar su producción. Actualmente, gracias a esta técnica se cultivan cerca de 567 especies entre peces, crustáceos, moluscos y plantas, hecho que permite salvar especies que desaparecerían con la pesca extractiva y obtener una gran diversidad genética.
Uno de los retos mundiales es lograr una acuicultura más sostenible. Con este objetivo, se quiere mejorar la nutrición que se proporciona a los peces con ingredientes naturales como los nucleótidos y los péptidos bioactivos para poder luchar contra las enfermedades reforzando su sistema inmunitario y su capacidad digestiva, entre otros aspectos que incidan en la calidad y seguridad alimentaria, así como el medio ambiente. Aún así, el Dr. Daniel Benetti, uno de los mayores expertos del mundo en acuicultura sostenible vinculado a la Rosesntiel School of Marine and Atmospheric Science de Miami (EEUU), ha explicado en un congreso científico en Chile que en las últimas décadas los progresos de sostenibilidad han sido inmensos y que la acuicultura tiene un futuro brillante (ver artículo en el web Aqua.cl).
Asia sigue siendo el gran productor mundial, con el 88,5% según datos de la FAO de 2012. En Europa la acuicultura representa el 20% de la producción de pescado y da empleo a unas 85.000 personas, 20.000 de las cuales pertenecen a España, pais que lidera el sector y que presidirá el Comité de Acuicultura de la Comisión General de Pesca del Mediterráneo durante los próximos cuatro años.
España se destaca como uno de los líderes en la industria de la acuicultura en Europa y a nivel mundial. La ubicación geográfica del país, con una extensa línea costera en el Mediterráneo y el Atlántico, proporciona un entorno propicio para la cría de una amplia variedad de especies acuáticas. La acuicultura en España contribuye significativamente a la economía y al suministro de alimentos, con un enfoque particular en la producción de mariscos como la dorada, la lubina y el mejillón.
La acuicultura abarca una amplia variedad de métodos y enfoques. Aquí, examinaremos algunos de los tipos de acuicultura más comunes:
La acuicultura marina se enfoca en la cría de organismos en el entorno marino. Esto incluye la producción de peces como el salmón y el atún, así como la crianza de moluscos como las ostras y los mejillones. España, con su vasta costa, es un lugar ideal para la acuicultura marina.
La acuicultura de agua dulce se lleva a cabo en ríos, lagos y estanques. Es común para la cría de especies como la trucha y el pez gato. Este tipo de acuicultura también desempeña un papel importante en la producción de peces de agua dulce destinados al consumo.
Además de los animales, la acuicultura también incluye la producción de algas y plantas acuáticas. Estos organismos son valiosos en la industria alimentaria y en la fabricación de productos como los suplementos dietéticos y los productos de cuidado de la piel.
La acuicultura ofrece numerosos beneficios, que van desde la seguridad alimentaria hasta la conservación de los ecosistemas marinos. Algunos de estos beneficios incluyen:
En definitiva, la acuicultura es una parte esencial de la producción de alimentos sostenibles en el mundo moderno. En España y en otros lugares, esta industria desempeña un papel clave en la satisfacción de la creciente demanda de alimentos del mar, al mismo tiempo que contribuye a la conservación de los recursos naturales. Con una comprensión más profunda de qué es la acuicultura y los diferentes tipos que existen, podemos apreciar mejor su importancia en la actualidad.
Fuentes y recursos de interés para ampliar información: